Por: Estefanía, fundadora de Tribu Fértil.
En 2014, realicé un viaje a Australia, mi esposo obtuvo una beca del gobierno de mi país, así que en mi caso, fue la oportunidad de tener un año sabático.
Una aventura que cambiaría mi vida para siempre…
Mi tiempo libre me llevó a tener gratas experiencias, incluso a realizar tareas de voluntariado y conocer personas de varios países del mundo. La nutrición empezó a ser un tema de interés para mí, me llamaba mucho la atención la forma de alimentarse de mis “nuevas” amigas, sobre todo, aquellas que venían de Asia.
Antes de dejar mi país, me realicé algunos exámenes médicos y sí, pasó lo de siempre, mis ovarios estaban repletos de quistes, mi vientre abultado y mis ciclos llegaban con dolor y a veces con bastante irregularidad… me despreocupé, puse toda mi atención en el viaje, pero empaqué todos esos estudios médicos “por si acaso”.
La lectura nunca fue mi fuerte, siempre preferí los audiolibros o los videos. Aquellas tardes de invierno en Melbourne, me permitieron escuchar información valiosa, encontré algunos documentales y vlogs que hablaban del consumo de azúcar y su impacto en la salud de todos, niños, adolescentes y adultos.
En mi casa era normal consumir azúcar, los almuerzos se acompañaban con una gaseosa o con un jugo y claro, el postre no podía faltar, un pedazo de torta, un helado o cualquier bocadillo dulce era ideal.
¿Por qué dejar el azúcar? pensé, toda mi vida lo consumí y aún sigo viva… Les confieso, fue dificil hacerme esta pregunta. En 2014, a mis 28 años, decidí “intentarlo” había leído mucho al respecto, y no me refiero solo a un blog o una experiencia personal de alguien más, contada en un video de YouTube, sino también a estudios científicos al respecto (así practicada mi reading, leyendo artículos en inglés).
Empecé dejando las bebidas azucaradas, tanto en casa como en cualquier salida prefería pedir agua, por suerte, en Australia, cuando vas a cualquier restaurante, te sirven agua gratis, así que me quedó fácil y hasta me ahorraba dinero.
En casa, dejé de comprar cualquier tipo de galletas, postres o alimentos empacados. Sí, el azúcar no solo está en las bebidas envasadas como la gaseosa, si leen las etiquetas de sus alimentos empacados, incluso los alimentos salados, tienen un porcentaje de azúcar en su información nutricional (hagan la prueba).
Hubieron momentos en los que me sentía como un ex adicto en recaída.. habían días y días, me alegraba por aquellos días en los que ni un gramo de azúcar entraba a mi cuerpo y me sentía culpable por los días en los que no pude decir que “no” y consumí la sustancia prohibida.
La transición fue compleja, incluso me sentía avergonzada. Las invitaciones a casa del tío de mi esposo eran algo frecuentes, la tía Gladys cocina tan delicioso y decirle que no era casi un pecado, así que los sábados o domingos eran los días permitidos para mí, no quería explicarle a nadie por qué estaba intentando dejar el azúcar.
Pasaron algunos meses, con altos y bajos, pero recuerdo ver cambios que me animaron a seguir y hacer un cambio definitivo en mi nutrición. ¿Cuáles fueron esos cambios?… Desde los 16 años, mi periodo menstrual siempre llegaba con mucho dolor, no recuerdo un ciclo libre de eso, pero de repente… a mis 28 años, al otro lado del mundo, algo era diferente, mi primer ciclo sin dolor llegó en abril de 2014. Toda la vida me habían dicho que era “normal” sentir dolor en la llegada del ciclo, así que me sentí algo “anormal” pero bastante aliviada fue uno de esos primeros ciclos en los que me sentiría libre.
Otro cambio fue el acné, otra de esas cosas que pasaba siempre antes de la llegada de mis ciclos era la aparición de granos, no sólo en la espalda, sino también en la cara, mi pecho y hasta en el interior de mi cabeza, debajo del cabello.
¿Qué le estaba pasándole a mi cuerpo? Me pregunté… y algo mágico ocurrió, por primera vez en mi vida, fuí consciente de mi ovulación. Sí, aquel moco tipo clara de huevo apareció en mayo de 2014. Jamás lo había visto, me sentí tan feliz, sólo lo había visto en fotos o había escuchado la experiencia de algunas Youtubers… El “sacrificio” había valido la pena, dejar el azúcar y empezar a comer más sano dejando los alimentos envasados o empacados fue una gran decisión.
Quise hacerme unos exámenes médicos, quería comparar los estudios que había empacado en mi maleta desde mi país con unos que decidí hacerme en Australia. Para mi sorpresa, mis niveles hormonales estaban muy bien, incluso, mis ovarios se veían casi limpios, la cantidad de quistes y su tamaño eran casi imperceptibles.
Esta experiencia me inspiro tanto que me animé a participar en una entrevista para un estudio de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia. Conté mi experiencia a una de las investigadoras y hasta recibí un diploma por mi participación, el cual, lastimosamente no encuentro…
Aqui el estudio de la Universidad de Monash, Australia
¡Ah! Casí lo olvido… Antes de viajar a Australia, mi ginecóloga me recomendó tomar Metformina, medicamento que toman las personas con diabetes… Claro, mi síndrome de ovario poliquístico causó una resistencia a la insulina en mi organismo. Pero, al llegar a Australia suspendí mi tratamiento, por suerte, mi cuerpo empezó su autosanación gracias a mi liberación del azúcar (en todas sus formas) y a día de hoy, desde hace seis años, no he necesitado tomar este medicamento.
Con esta historia, no pretendo “influir” en la toma de decisiones de algún lector o lectora, simplemente quiero evidenciar que la autosanación es posible, lo importante es abrir la mente, investigar e intentar, el cuerpo, en su momento, nos dejará saber si hubo algún resultado, estoy segura que sí, el resultado casi siempre será positivo (ya que habrán casos en donde el medicamento deba ser adicionado al cambio en la nutrición, para lo cual es mejor consultar con un médico especializado).
Si bien, a día de hoy, agosto del 2020, aún no he logrado el embarazo, no me arrepiento y considero que fue una de las mejores decisiones en mi vida, mi cuerpo lo agradece y la mayoría de mis ciclos son cómodos, sin dolor y “a veces” llega la ovulación.
Les recomiendo mucho ver este documental en YouTube; That Sugar Film.