El proyecto sentido abarca a las etapas comprendidas entre la pre-concepción (nueve meses antes del embarazo), el embarazo y llega hasta nuestros tres años de edad. Es el sentido que nuestros padres le dan a nuestra llegada al mundo (tomando en cuentas¿ sus necesidades) y se puede manifestar de forma consciente o inconsciente.
Este proyecto se verá manifestado en nuestra vida, en la personalidad que tenemos, la forma de ver el mundo y enfrentarnos a él con situaciones y circunstancias que iremos viviendo y resolviendo impregnados del sentido que nuestros padres nos dieron, tomando decisiones (de forma inconsciente) que a veces no sabemos por qué y van marcando nuestra vida.
Las cinco heridas que pueden darse dentro del árbol familiar y pueden marcar nuestro proyecto sentido son:
Duelos no cerrados
Frustraciones no resueltas
Traumas no sanados (experiencias de mucho miedo y pánico)
Culpa
Responsabilidades no tomadas
Estas heridas se transmiten a través, justamente, de esas necesidades que nuestros padres tenían antes, durante y después de nuestro nacimiento y se proyectarán en nuestro proyecto sentido.
¿Cuáles son los roles que venimos a desempeñar según el proyecto sentido?
Hijo prolongación: Cuando el padre y/o la madre quieren un bebé para que sea igual a uno de ellos, una fotocopia.
Por ejemplo, el papá que es médico y quiere tener un hijo o una hija que tenga la misma profesión. Esta fotocopia, puede darse en lo bueno y en lo malo, es decir, si ese padre se divorcia por una infidelidad, el hijo también podría repetir ese patrón, cumpliendo su proyecto sentido de ser igual en todo al padre.
Hijo reparador: Cuando un hijo o una hija es concebido con la idea de hacer lo que los padres o uno de ellos (padre o madre) no lograron hacer.
Por ejemplo, un niño que va a ser futbolista por que papá no lo logró, estuvo cerca de hacer una carrera en este deporte pero, tuvo una fuerte lesión y no llegó a cumplir su deseo de serlo. En el caso de una mujer, por ejemplo, puede ser que su madre estaba haciendo la carrera universitaria, se quedó embarazada y no pudo terminarla y sueña con que su hija estudie y termine su carrera universitaria llegando más lejos que ella.
Hijo papá o mamá: Cuando el niño o la niña vienen a solucionar las carencias infantiles de los padres, actuando como el padre o la madre de su mamá, su papá o de ambos.
Por ejemplo, cuando una madre pierde a su padre y sueña con tener un hijo para que de forma inconsciente él sea su padre, le de ese cariño y la cuide como si lo fuera.
Hijo pareja: Cuando la madre o el padre viven un abandono de pareja, real o simbólico, y quieren reemplazar a su pareja con ese bebé que llega.
Por ejemplo, una mujer que se siente sola, su esposo le abandona y ella coloca en su hijo ese peso, intentando reemplazar a su pareja con él. “Mi mamá es la buena y mi papá es el malo”.
Hijo de sustitución: El bebé que nace para sustituir a un hermano o hermana, que puede nacer después de un aborto o la muerte de su antecesor.
Por ejemplo, cuando hay un aborto y el duelo no fue sanado. La madre se obsesiona con tener un bebé para “reemplazar” al que se fue y hasta le pone el mismo nombre al que llega para sustituirlo (o le pone otro nombre).
Hijo razón de vivir: Cuando el padre, la madre o ambos colocan en este bebé su razón de vivir. Si fuera por ellos ya no estarían aquí pero es este niño o niña quién los mantiene vivos o vivas.
Por ejemplo, una madre que ha tenido una vida muy dificil y no le encuentra sentido ni valor a la vida y piensa en tener una hija o hijo para darle sentido a su vida.
Hijo infantilizado: Cuando los padres se quieren sentir “siempre” necesitados y van a tener un hijo o hija que nunca crecerá y siempre estará en casa junto a ellos (a pesar de que tenga 50 años, por ejemplo).
Por ejemplo, surge la necesidad de tener un bebé para tener siempre algo que hacer y cuidar siempre de ese niño o niña, eso le da sentido a mi vida porque él o ella siempre me van a necesitar (no puede solo o sola, yo tengo que ayudarle, me necesita).
Hijo “por si acaso”: Cuando se gesta un bebé con la misión de tener una reserva, por si acaso, el que nació antes se muera o se vaya.
Por ejemplo, una familia tiene un hijo que es muy enfermizo y el médico les dijo que puede morir a tal edad, entonces los padres deciden tener otro hijo para no quedarse solos y sin hijos, por si el otro se muere, les queda el segundo.
Hijo recipiente: Aquel niño o niña que nace para ser quién escuche los problemas, el hijo o hija al que se acude cuando hay problemas, para desahogarse, para “depositar” eso que no nos gusta de la familia, de la vida, etc. Y además, es quién va a salvar al padre o a la madre que con sus problemas no puede solo o sola.
Por ejemplo, su mamá lo utiliza para hablarle mal del padre, le cuenta cosas de la relación con él y además de victimizarse, pone en contra al hijo con su padre. Es el hijo o hija que aconseja, que se vuelve terapéuta de sus padres, carga con sus problemas y secretos.
Hijo pilar o salvador: Cuando se tiene un hijo para salvar el matrimonio, para unir a los padres y ese hijo o hija se vuelve el pilar del hogar.
Por ejemplo, este niño o niña puede tener dificultades para tener pareja porque siendo el pilar de la relación de sus padres, deberá estar siempre junto a ellos, si se marcha, sus padres habrán perdido ese hilo que los une, por lo tanto, está “atado” a ellos.
Hijo bastón: Cuando los padres tienen un hijo para que les cuide cuando estén viejos.
Por ejemplo, la madre le dice al padre: “Tengamos un bebé para que nos cuide cuando estemos viejos”. Pueden ser esas personas que nunca saldrán de su casa, no consigan nunca pareja o si la consiguen no logren salir de casa y así nunca tendrán su propia vida, teniendo que cuidar de sus padres hasta que ellos mueran.
Por supuesto, no son los únicos roles y hay otros factores que mirar para estar seguros y seguras de cuál es nuestro proyecto sentido, como por ejemplo, si el parto fue fácil o complicado, rápido o lento, cesárea o natural. Además, cómo vivió la madre el embarazo, cómo era la relación de pareja entre papá y mamá, si el papá estuvo presente o ausente, etc.
Este artículo es un complemento a la entrevista que le hicimos a Laura Caplan, terapéuta holística en biodescodificación y psicogenealogía, justamente hablando del proyecto sentido enfocado a la fertilidad.
¿Qué tendría que ver mi proyecto sentido con la fertilidad? (Incluso con mi deseo o no deseo der madre o padre, de poder lograrlo o no). Además, ¿Es posible renunciar al proyecto sentido? De ser así, ¿cómo se hace? Entérate en este episodio del podcast de Tribu Fértil junto a Laura Caplan: